jueves, 10 de noviembre de 2011

El Primer Día



Después de más de una veintena de cigarros, despierto, ojos entre abiertos y una luz que se cuela por la ventana. No quiero despertar. La inercia de la hora me obliga a regañadientes. Peleo con los vestigios que aún me quedan por cuerpo y logro poner erguido. Si pudiera dormir 1 sola vez y que contaran por 500 días seguidos e ininterrumpidos de olvido, o los suficientes para poder verte sin que me duela. Ojos de sapo, necesito descansarlos.

El primer día del resto de los que no encontraré sentido alguno. Sí, existe el piso donde me sostengo, el cuarto donde me resguardo y el infinito desorden a mi alrededor que solo demuestra que mi alma esta igual o peor, las personas en su va y ven buscando, tal vez, algún sentido igual que yo. Luego lo limpiare… luego. (B.o.B. - Don´t let me fall) Camino trastabillando por los sueños destrozados en el piso y me dirijo al baño rápido que purga de menos la somnolencia de mi cuerpo. Si el sueño medianamente eterno no lo pudiera obtener, definitivamente me gustaría que se regara mi cuerpo siempre bajo una cascada tibia quedarme como las plantas bebiendo y esperando que si no con mis lágrimas, de menos con esto pudiera irse el dolor, y como las mismas plantas ir creciendo nuevamente con el tiempo y poder florecer. Not. Pero quedo un rato para "aclarar las dudas" o el pensamiento o por el simple hecho de no querer hacer nada mas. Salgo y seco el exceso de lágrimas… digo, agua de mi cuerpo. Me miro al espejo y reconozco nuevamente una faz que me habían hecho olvidar hace tiempo. ¿Cómo estás? Ya de regreso… (Héroes del Silencio – La Apariencia no es Sincera) Hoy, hasta mi música me lastima, escoge mis preferidas y no deja de sangrarme los oídos, sin dejarme sordo. Me visto y salgo, no hago más que eso.

En sí, aún no habría ninguna canción por ahora que no doliera; como si me hubieran clavado un millón de agujas por todo el cuerpo, imposible moverse por el dolor, imposible quedarse quieto. Esa es mi rutina de ahora, estúpida rutina. Moverme al compás de los alfileretes, ser un león enjaulado buscando formas de explotar de vez en vez, correr y escapar a ningún lado llegar y sentirse ausente, para terminar con sus energías y volver al lecho a esperar que la noche dure más que cuando la luna se esconde… y empezar otro día esperando que ahora sea mejor. Esperar, no me gusta.  Sin embargo, es el esfuerzo que ahora puedo hacer. (Glee Cast – Fix You ; ColdPlay cover) Por ahí escuche “si te ama, te esperará” difiero mucho con ese tipo de pensamiento, a quien no le toca esperar no tienen problema, a quien le toca decidir, no lo tiene tampoco. Pero el tiempo es ingrato, es traicionero y se pone a jugar con tus pensamientos y emociones. Esperar es convivir con el tiempo y estar a la merced de sus desencantos enmascarados. Not good.



Enciendo el 1er cigarro del día, rico desayuno, y espero; pongo los lentes y se obscurece todo. Ahora concuerda el tono de mis pensamientos con lo que veo. (Enrique Bunbury – Ódiame) Enciendo el coche y pasare por ti, como todos los días y te veré inerte y callada, simplemente tendrías que dejar de respirar para asegurar que estas muerta. Un día más a los estragos de un no se qué. Algo paso… y aunque no me importa, a ti sí. Y eso importa más que si quisiéramos olvidarlo y seguir adelante... Frustrante. En fin el tiempo, ahora lento pasa de segundo en segundo y como alumno aplicado, se encarga de recordarme permanentemente la situación, espero tu recuerdes aquello que iniciamos y hagas competencia al tiempo, tal vez no ahora, después. No quisiera que hoy me acompañara pero desgraciadamente es aún más encimoso que mis propias entrañas. 

A final de cuentas los lentes solo disimulan unas ojeras y estas son suficientes para disimular todo el caos que hoy se crea dentro de mí. Al menos el día de hoy. Soy un desastre. A veces me pienso que estoy en lo más bajo, aunque no sea así. Pero ¿qué se puede observar cuando las cosas se hacen de manera correcta y no salen como se debe? Ahhh… suspiro una vez más. Subes y no sé qué hacer. Nos acercamos para un saludo ¿Qué será después de ayer? ¿Cordial, seco, emocional, intenso, vacío? No lo sé. Nos besamos y me recuerdas lo sedientos que se sienten mis labios. Me llevaría varios de esos para saborearlos mientras no me encuentro junto a ti nuevamente. Tocas mi mano y andamos. Mientras manejo, recuerdo extrañar como abrazaban tus entrañas. La energía de lo que sentías, hoy casi apagada. Lo extraño. Después de largos ríos y palabras y monólogos internos y dolores expresados, decidimos esto. Todo para bien de nosotros, para encontrarnos algunas colinas más adelante y volver a unirnos, ahora para siempre. Tengo miedo.

Es otro camino, que no quise volver a recorrer, así como de intenso y fuerte llegando al punto del sadismo es poder llegar a abrir el corazón contigo, así mismo es cuando lo mantienes abierto después de esos momentos exactos o correctos que pensamos que eran. Decidí dejar de protegerme y abrirme para ser feliz. Dicen que cuando uno decide ser feliz, las cosas son más sencillas. Y sin embargo existen más excepciones que reglas. Un juego de azar que se toma como te van dando las cartas. ¿Qué pasa si piensas después de que ya se jugó? ¿Cómo volver a tratar de jugar el mismo juego? Hacer las cosas bien es meter a la cabeza que nada tendría que ver en asuntos del corazón. Me dijiste que querías estar sola para poder encontrarte nuevamente. Tal vez yo necesito lo mismo, encontrar aquello que se pudo haber desvanecido y que a ti emocionaba, tal vez. Nunca he entendido esa interacción y a lo más que llegue a pensar es que se siente con la cabeza y se piensa con el corazón… según yo, ese era el orden correcto, ¿o no?

¡Patrañas! No puedes entender el todos si divides y mezclas. Pero también es cierto que se podrían hacer las cosas mejor, de esa manera. De nuevo, la regla de la excepción. Cruzas una que otra palabra, siento que poco a poco agarras confianza. Si te sientes tranquila, es bueno. No puedo angustiarme por si lo estás o no. Pero con eso creo que te apoyo. Me haces sentir un poco más tranquilo y seguro. Espero siga “in cresciendo”. Así, si confío, así no importa que experimente nuevamente a corazón abierto.

El frío anuncia solo una época que ilusiona a los 2. No me gustaría estar lejos de ti. Nunca. Así manejo el carro, pudiendo no sentirte acorazada hasta cierto punto, acercarme sin sentirme lastimado. Ojala, y así sea de principio a fin “in crescendo”. No sé qué deba de recordar y llevarme conmigo  no sé qué lastima ahora y que tampoco, podría lastimar más adelante. Creo que por ahora no importa pues el momento recuerda como algún hecho fatídico que a todos deja sorprendido y callados. 

Por ahora mi primer día contigo y sin ti pasa tranquilo e impaciente. Así, tengo ese sueño de 500 días pendientes, como si esos 500 días no pudiera haberlos dormidos. O los que tengan que ser. Solo espero no falte adelante en el día a día esa promesa. No soy un trofeo de alguien que se lo merezca por ser mejor. Soy solo alguien que quiere estar con quien lo quiera. No quiero esa crónica respuesta de nuevo. Sino que esa persona, tú, se convierta en esa respuesta. Que tenga esa capacidad de respuesta.  Si así fuera, durante este trecho no podría faltar esa promesa. Simplemente, confío.  

Llegamos al destino, y ahora la despedida. No dudo, acercas tu cara a mi mejilla y como si no quisieras despegarte nunca, te abrazo y te llevo con tus brazos para el resto del día de hoy. Y te beso, incontables veces, para evitar morir de sed durante el trayecto.  No sé qué piensas a veces, ni porque haces las cosas, pero siempre existe el complemento que no me quita la idea de que me amas. Y por ahora, eso es suficiente.

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