Si bien dicen que nunca hay que hablar de política, religión y fut-bol, en una mesa, creo que como todo tiene su excepción a la regla. Muchos me preguntan desatinadamente que porque voy al Vips casi diario. Bueno es que el hecho de ir diario no quiere decir que siempre vaya a pasar o se vaya a hablar de lo mismo.
Y que mejor prueba de los que participan casi a diario en las diversas platicas. Hay personas con experiencias, viejos de edad pero jóvenes y brioso de pensamiento y corazón, aun con ganas de vivir. Y de jóvenes que apenas están viviendo. Bueno, Hay diversidad de experiencias, opiniones, visiones y hasta risas. Un amigo no tiene edad y he encontrado amigos de todas las edades. Miradas llenas de cariño compresión y oídos llenos de atención, mucho más que algunos otros.
Entonces, ¿Por qué voy al Vips? Puede ser al Portón, al parque donde sea, pero alguna razón nos ha llevado a mi y a los demás ahí, diario o casi diario estamos ahí sentados, platicando riendo, albureando, hablando de política, religión y fut-bol, sexo inclusive, ¿por qué? ¿por qué no? si bien había tabúes o fronteras entre muchos de nosotros, pues hablando se entiende la gente ¿no? Terminamos hablando de todo lo que se puede hablar.
En fin, la vida es un lienzo tan complejo y colorido, pero por más barroco que sea se disfruta y hay tanto en que fijarse. Bueno, así me toco vivir mi vida y cualquier vida creo es digna de vivirla. Tan solo esto es el preámbulo de muchas cosas que han pasado en ese nicho que por nombre se llama Vips, pero que en el trasfondo es mucho mas que una cadena de restaurantes. Enjoy!
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