martes, 15 de febrero de 2011

Soliloquio Melómano


He de decir que este post lo escribí justo después de escribir el anterior, no lo publiqué hasta ahora porque creo que era necesario dejarlo el anterior un rato para que la gente lo leyera, sobretodo si lo posteo vía Facebook y Twitter. En fin.

Me gusta estar solo, hay veces que simplemente es necesario, alejarse de la gente, desaparecerte un rato, y volver con nuevos bríos. Me he dado cuenta de que solo en el coche puedo escuchar música con audífonos, es malo, si, puede ser, pero definitivamente, en ningún otro lugar puedo hacerlo. Tengo que estar con un oído al gato (sin ofender) y otro a la música. 

El poder manejar, ver, observar, poner atención a mi alrededor, mientras lo único que escucho es música es lo mejor para mi. Puedo debrayar conmigo, pensar, analizar, filosofar de todo sin necesidad de estar a la espera de que alguien pueda hablarme e interrumpir. Es como cuando escribo en EHC, nada me distrae, nada me detiene, puedo hacerlo y decir desmadre y medio y por suerte, tengo seguidores que después pueden leerlo y saber un poco más de mi (Gracias a todos ellos y en especial a Viridiana "@anaidiriva" en Twitter por seguirme y leer al HC tan fervientemente)

En fin, es necesario un momento a solas, a gusto o disgusto, feliz o triste, ¿no creen? En estas ocasiones me acompañan melodías de Bunbury principalmente, es el mejor acompañante a el viaje a ninguna parte que pueda emprender, también otros selectos de acuerdo a mi entorno a mi vida, al momento que pudiera estar viviendo, a quien soy y quien quiero ser. Dicen las malas lenguas que tu ipod (en mi caso, mi celular porque de ahí escucho mi música) dice mucho o todo de ti. Cierto, al menos en mi caso, están las clásicas, las de siempre, las que nunca faltan; las nuevas, las que estoy explorando, las que después puede que borre y dejarlas para las ocasiones sociales en la compu o puede que se vuelvan de aquellas básicas que no puedan faltar en mi viaje. 

En definitiva, manejar escuchando música es peligroso, pero definitivamente es de lo mejor que pudiera hacer en mis días. Y aunque últimamente mis días han sido tristes mayormente, el hacer esto hace que esos días brillen un poco, así que seleccionen, escuchen y aislense un rato. Produce un gran placer y como dije, después, regresen con nuevos bríos. 

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