martes, 27 de diciembre de 2011

De otras cosas (cuento)


Sentado, como me he acostumbrado a tomar café y fumar, observaba el va y ven de la gente, como cuando de chico te sentabas en la acera y veías los carros pasar. Uno crece e inclusive hasta se siente viejo, la mirada ya no tolera tanta rapidez de los autos y se conforma con ver a la gente caminar mas serena. Tarde fría pero con un sol brillante, de esos que te ciegan tanto como aquella que podría pasar frente a ti, pero que no se queda para regalarte un cálido abrazo, en fin, sol de invierno. Para eso tengo mi café.

Todas mis historias las cuento de aquí, desde diferentes ángulos. En la soledad de un mundo imaginario me abstraigo de aquellos que me rodean. Pronto, cuando termine, volveré con ellos. No puedo siquiera concentrarme cuando hablan, ha cambiado mucho y el hecho de recoger aquellas palabras sembradas al aire y poder seguir escribiendo se convierte en una dura tarea. Es mejor así. No es nada fuera de lo común que de pronto una oveja se separe del rebaño de vez en cuando. Irónicas mis palabras, pero solo se que no somos ovejas. 

A final de cuentas todos lo entienden y todos están bien con eso. Miro apenas por arriba de mi taza a la nada mientras el cigarro se consume celoso de que no lo "fumo", casi casi el humo me grita que lo voltee a ver. OK, una de cal y otra de arena. Mis 2 amantes en tiempos de introspección, de esos que te buscan cada que te les antojas, te aman y te dejan nuevamente libre queriendo más. Alterno los vicios y me regocijo en ellos. Relación co-depediente y adictiva. Estoy bien con eso.

El viento que podría decirse una brisa fresca peca en exceso de su cometido y trae a las nubes a codearse con los rayos del sol. Espectáculo de luces y sombras. El mismo "Moisés" no lo hubiera hecho mejor que hoy. Tan solo añadirle vida a lo que ya pasaba por mi mente desde tiempo atrás. Es un día extraño aún. Tan solo anuncia la caída de la noche. Y yo describiendo simplemente la vida sin adentrarme a mi mismo. Deflexión se llama.

Entre amores viciosos y y leves molestias mentales no me advierto. Si he de lidiar sera cuando y donde yo quiera. Finito. Y es que a veces no se que es mejor, a veces no se nada de nada y solo me se ahí con lo que veo y se. Fuck! Pero a estas penas uno se aferra a lo tangible y visible. A la seguridad que le da inclusive las cosas más simples. Por algo se habrá de empezar. Y si me aparte un poco de aquel bullicio para yacer solitario en un rincón fue para respirar y no asfixiarme.

Pequeños párrafos para tomar breves respiro por igual. Será hora ya de llevarme aquel café y el tabaco para que convivan con los demás y dejen de hacer preguntas incomodas a solas, al final se consumen solos y sin embargo persisten, saco otro cigarro o me sirvo más café y no los dejo.







martes, 20 de diciembre de 2011

Esa mala amante (antes del día "D")


Me despierto cada mañana con esa mal amante en mi cama, abro apenas los ojos y por instantes me olvido que duermo acompañado porque a veces se para y se va y otras de la nada aparece. Me olvido que es de aquellas fieles que siempre me acompaña y me sorprende verla de pronto a mi lado. Tan fiel que solo a mi mandato responde. Y esa mañana que me desperté, me estaba mirando maliciosamente. No son amores que quisiera pero por ti me vienen acompañando, te culpo pero por este día olvido. Por inercia ahora duermo menos, fumo más y los nervios no me aguantan. La angustia y la intranquilidad se apoderaron de mi hace ya algún tiempo. Esa mala amante no me deja ir.

Eres la prueba más difícil que he transitado, pero al final vale cada uno de estos días si los valoras igual que yo. Mi silencio no ahoga sus besos furtivos, no deja de robarme la atención, me enamora a las malas. Miro a mí alrededor y las vidas que observo me regresan una sonrisa. Me alegro mucho por ellos, nadie más que ellos para disfrutar después de tantas penas que han pasado, son el resto de mi vida. Y mientras tanto yo peno tu estancia indecisa. Peno la incertidumbre y libro una feroz batalla día a día con mis pensamientos, con lo que veo y con lo que siento. Tu palabra contra la realidad de lo que ha pasado. Mi corazón vive lastimado de muerte y solo tu podrías curarlo, pero no decides cuando.

No me mal entiendas. Te amo y día a día te lo grito desesperado. Pero te han acorazado de una manera casi inquebrantable. Pienso en todas las posibilidades antes de buscarte, tratar de comunicarme o siquiera pensar en ti. La incertidumbre, esa que me has dejado para sustituir tus besos, es celosa. Desgraciadamente tus acciones nos han llevado a este punto y me siento como Atlas sosteniendo nuestro mundo. Cada día siento que desfallezco y a veces me dejo ir por ese cansancio esperando a que finalmente me aplaste. Pero no. Al momento de abrir nuevamente los ojos esta ahí nuevamente a mi lado fumando un cigarro, después de haberme hecho el amor esa incertidumbre con varios nombres, como satisfecha después de un orgasmo. Finjo dormir y despreciarla levemente. Me volteo como ensimismado en ella y a veces respiro bocanadas de vida por tus destellos de aquello que anhelamos que me dan fuerzas, las suficientes para respirar algo maltrecho. Pero suficientes para que prontamente llegue un día donde nos sentemos los 3 sobre la mesa y nos acompañen aquellos que han evitado tantas alegrías. Los que no entienden porque no has sabido actuar sin evadir sus ataques cuando nos tratan de lastimar. Todos reunidos, ella callada y esperando a ver como reacciono. Sabe cuando me controla pero si ve que actuamos le da miedo y solo observa. Espera con la vista hacia abajo, esperando a ser reprendida. Sabe que si rompemos esa barrera, no se despedirá y cuando voltee a su asiento ya no estará. Así es de sencilla y pesada esta situación que hoy me aflige.

La angustia es esa mal amante que compartimos. O que aún con temor a no equivocarme, me has encargado. Mi cuerpo explota, de verdad es una experiencia cruel esta que vivo, no sobrevivo. Y hoy, en contra de todo, será el día donde la jale del brazo y la siente contigo y ella junto a mi lado. Donde tendrá que ver que tú estas ahí conmigo y no hay espacio para que la incertidumbre coquetee conmigo. Solo tú y yo y las promesas, palabras y sentimientos que después de pasar por un camino de espinas quedan. Y aquellos que duramente han juzgado nuestro lazo se enfrentaran a la solidez que nos queda, (pienso y siento) suficiente para que al final no quede nadie más que tu y yo. Si lo quieres es tan sencillo, si lo dudas, nunca podría pasar. Estamos los 2 y al final, vivimos o morimos los 2. Vivir contigo prefiero.

Pero mientras tanto los minutos son minutos, segundos, segundos. Pero pasan tan lento uno a uno burlándose. Estoy muy cansado como para no hacerles caso. Estoy muy angustiado como para no sentirme ya desesperado. Pero estoy, aún estoy aquí y soy necio con la vida, con la realidad que me ha madreado a su gusto. Peleo por mi y por demostrar que esto tiene un porque. Que tú estas hecha para mi y que solo tu puedes arrancarme de tus brazos.

Mientras, la angustia se apodera de mi, sobretodo en las mañanas que sabe que lejos estas, así como aquellos lobos que se han querido acercar a ti mientras no me miran. No es lo mismo, la angustia no la ves siempre, sabes que existe pero no preocupas porque me quede con ella. Así de claro te he dejado mi corazón. Así he aguantado este camino. Y hoy te toca arrebatarme para caminar nuevamente contigo a los ojos del mundo. No quiero más de esto, no quiero seguir siendo embelesado por esta pseudo forma de amores que me toma, no quiero seguir siendo señalado por aquellos que apuntan sin verme en realidad, aún sabiendo donde estoy. Quiero todo de ti y nada de nadie.

Después de las ironías, lujurias y tonterías de la vida, se apuesta todo lo que somos en esta partida. No hay marcha atrás, no vuelvo y aquí dejo todo. No aguanto un día más con la pareja que me has encargado. La incertidumbre se va hoy. Y tú te quedas conmigo si tus palabras son ciertas y tu corazón esta dispuesto a que así sean. Todo o nada.

No gastare más esfuerzo es los besos que me quitan las 2. No tengo más fuerza para sufrir, ni para vivir así. Tengo fuerza para ti, siempre y cuando no me dejes desfallecer y cada día que me levante te vea a mi lado y nunca te vayas. Mientras me hables al oído y me enamores con la verdad. No con palabras aprendidas para descansar la conciencia. Solo así me quedo. Solo así soy tuyo. Mientras me regales la tranquilidad que mi corazón busca soy todo de ti.

Hoy que enfrentemos al mundo, no me sueltes, no te vayas y no dudes. Confía en lo que te digo y que de frente pongo la vida. Confía que nadie apuesta tanto por miedo a perder todo y yo por ti doy tanto que no tengo miedo a perder si tu estas a mi lado. Si apuestas conmigo no pierdes, porque me tienes a tu lado y no dejare que sufras siquiera un ápice por esto. Si me demuestras que aquel camino de espinas que ha lacerado fuertemente mi corazón ha quedado atrás y que hoy es el 1er día del resto de nuestras vidas, todo queda en el olvido.

Solo de ti pido que defiendas eso que sentimos y que nadie se atreva a dudarlo siquiera. Solo te pido a ti. Y esa mala amante que alguna vez dejaste en tu lugar, la incertidumbre que en este momento me acompaña y lastima mis entrañas se ira para nunca volver. Esta es mi última apuesta porque todo estoy dejando en la mesa, Si somos los habitantes, nadie puede volver a nuestra morada, si tu eres para mi, hoy lo defenderemos. Carmen Jones no nos podemos fallar. 

El habitante de tu sangre


De vez en cuando hay un amor
que es mas claro que el sol...
y que fácil que puede ver
el camino del corazón...

(Enrique Bunbury - Llevame - El Licenciado Cantinas)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Carta a Carmen


Carmen:

Esa silueta pequeña que solo limita tu cuerpo pero no aquello tan bello que eres, a veces me es difícil de abrazar por completo, eres aquello que me llena en todos los aspectos, buenos y malos. Sí, así eres tú, a veces me lastimas y a veces me sigues enamorando y a veces nada, solo tu ahí. Pero siempre he querido estar a tu lado. Aquello que antes me parecía una posibilidad, la volvimos una realidad, casi una regla, una máxima. Nunca me di cuenta, no tanto por tu tamaño, sino por ti, de cuando te anidaste tan hondo en mi pecho, traspasando las barreras físicas y emocionales embelesando la cordura necia de un corazón con varias cicatrices... pero lo hiciste y llegaste tan fácil como un cuchillo incandescente en pan y ya no me dejaste.

Hoy, nos enamoramos, jugamos, reímos, sufrimos tal vez, pero hoy, lo que sea por caminar a tu lado. Aquel, mi corazón que pensaba tan marchito toma hoy nuevamente bocanadas de vida para no caer otra vez. Pero vive, se aferra, se mueve violento, tal vez con el viento en contra, pero pensé que no volvería a vivir tanto. Pudiera después quejarse, pero no debe olvidar que antes, hace no mucho cuando apenas te conocía estaba más vivo que nunca. Le brillaban los ojos, te seguía fijamente a cada palpitación, me mordía por no acercarme. Y ahora, sí, ha sido la prueba más difícil y tortuosa que haya vivido, tanto que a veces imagino que sangro sin siquiera verme físicamente herido. ¿será porque me siento tan herido? No lo sé. Tengo un corazón lleno de matices que cada día atravieso como un singular viaje de ida solamente, aquel que tienes que disfrutar porque no habrá un regreso para volverlo a apreciar. Tanto duele a veces que me cuesta trabajo respirar, como si el resto de mi también capitulara esta odisea. ¡No! 

Necedad, fe, amor, lo que sea, los hubieran si existen, siempre lo he dicho, pero contigo no los habrá, solo contigo hay o no. Y aquí estamos solos frente a todo, y pienso que la pelea es levemente pareja, inclusive siento que a veces tomamos mucha ventaja por estar los 2 hacia un mismo frente. Siempre que así sea, nada puede salir mal. Pero esto es ya de extremos, y de muerte al final es la pelea. La única forma de vivir es contigo al final, y la única forma de morir es sin ti. Simple, y sin embargo tan complejo como tu y yo lo podemos ser, somos más que algún concepto, más que cualquier cosa. 

Se acerca el fin de año, la época que más cariño le tengo, no se por que, pero me llena de melancolía y una tenue pero especial alegría, sale una vez al año y contigo quisiera compartirla. No se si nos alcance el resto del os días de esto que se acaba, pero se que sabrás qué pienso en ti aún después de que los días traigan más frío el año que viene. Y tal vez sea loco, pero quien no. Quisiera que leyeras ahora mis letras que salen de mi centro y llores. Sí, llora porque aquí sigo, porque por ti me quedo. El habitante dolido aún sigue en pie de lucha y como en extremos, o vive de lleno o muere en el intento. Si alguna vez viera esos ojos a punto de romper en llanto quisiera que fuera de felicidad. Solo así podría compartir las mismas lagrimas contigo. 

Alguna vez coincidimos y no las extraño, pero se que me tocaron, me dejaron saber que se siente finalmente tener esos semblantes encontrados. Llorar de felicidad. Tan intenso que solamente 2 personas podrían compartir. Hoy más maduro, más necio, tal vez más cansado pero al final yo se que llorando feliz no sería llorar, sería explotarnos como nadie entendería. ver a todos lados y solo vernos a nosotros, quedar ciegos como inmersos en un sueño eterno. Y quien no vive sino para soñar, ¿por qué vivir entonces sino para lograr los sueños? Y por ahora mi único sueño a lograr eres tú. Carmen Jones, te digo desde mi corazón que aquí estoy y aquí me quedo, le pese a quien le pese, a final de cuentas, es lo que queremos, estar juntos, y yo quiero algo más, quiero ser extraordinario, quiero contigo también quedarme. Y sí, soy necio, pero la verdad esta de nuestro lado y la necedad se diluye cuando la verdad habla, nunca falla, nunca se vence. La verdad es certera y justa para quienes justos son. Y así lo hemos sido para con nosotros mismos. No puede fallar.

Entonces que me presenten más dolores, más sufrimientos pero que sea como sea, creas en nosotros. Amo tus virtudes pero más amo tus defectos porque nadie mas los conoce así como yo. Y se que aunque laceran están ahí contigo. Podíamos haber evitado muchas cosas, pero ¿Cómo salir después de esto sin haberlas pasado? Se ve más oscuro a cada paso y con cada uno de ellos me siento más seguro. Que se presente lo que sea, al final, serán 4 pisadas en la arena y no solo un par las que se vean. Sí, díganme loco, necio, tonto, mentiroso o cínico. Ponganme adjetivos, enojense, cada quien sabe que tanto quiere o no quiere. Cada quien sabe lo que siente por sabernos destinados. Se lo que soy y se lo que quiero y más aún, se que me he esforzado por obtenerlo y nunca de mala fe. Ahora, que pelen en nuestra contra. Pero TÚ cree en mi, cree en nosotros. Por que esa es la recompensa a todo lo que siento por ti, el poder luchar día a día porque tus ojos brillen cada vez más, por mostrarte lo que es la felicidad y nunca te vayas de ella. Por hacer ver que la vida es hoy y que algo que te haga feliz lo tienes que arrancar por encima de aquellos que no les parezca. Hoy cree en nosotros porque nosotros al final quedamos y nadie mas. Carmen no nos podemos fallar....


El Habitante Consecuente

viernes, 25 de noviembre de 2011

No me pidas ser tu amigo


Hoy buscas en mi un amigo
que haga un poco por que alcances lo que anhelas
un amigo seria yo si te apoyara contra todo lo demás
a un amigo tu dicha le haría feliz
aunque esta te llevara lejos

… y te fueras más allá de lo que yo te habría
podido acompañar

No me pidas ser tu amigo porque hay cosas en mí que este día no entiendo
por ejemplo que no puedo ser ese alguien
que piensa en la comprensión
y estar solo me daría tranquilidad
si a la vez tú me comprendieras
esta tarde que me hace abrazarte fuerte
cuando me dices adiós
un amigo te diría que todo marcha mientras
se muerde los labios
y por ti no extrañaría cada fin de año
los días que no volverás

Un amigo dejaría de hablar de cosas que sabe que te harán falta
para hablarte de lo que hay más adelante aunque yo me quede atrás

Se que siempre fui el motivo que tuviste cada
insistente de tu vida
alguien que lo daba todo
sin pedirte ni siquiera la verdad

siempre tuviste este cómplice que vino sin que le necesitaras
porque concebía el mundo desde tus ojos y ellos me querían mirar
no me pidas ser tu amigo cuando me dejas saber que ya te marchas
no soy tan civilizado para
comprender sabiendo que te vas

…para ti seré aquel que lo pierde todo porque no supo escucharte
que para mí solo seré un extraño en paz que nunca te dejo de amar

…que para mí solo seré un extraño en paz que nunca te dejo de amar


Fernando Delgadillo 1993

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Crónicas de Carmen III


(...)


Será por el tiempo, mi distracción o por qué estoy más acabado de cualquiera. Al notar tu semblante no noto ninguna pequeña abolladura. Sigue intacto e inexpresivo a todo lo que ha pasado. De verdad que no te esperaba de regreso, aquí y ahora. De verdad que tus ojos si me siguieron. Claro, las estelas de pesadumbre y tristeza que dejaba cualquiera podría haberlas seguido. Y mis ojos se inundaban de lagrimas así como mi cabeza de sentimientos encontrados y preguntas necias. Las mismas que ya sabes, las que nunca han tenido respuesta, las que yo he tenido que armar a punto de volverse a resquebrajar. Esas que me dejaste como consuelo para entretenerme mientras te perdías y no pudiera encontrarte.

No alcanzo a entender lo que me dices, inclusive, no alcanzo a entender si me esas diciendo algo. Todo se nubla y quedo nuevamente indefenso. ¡¿Qué hago Carmen que en verdad te queda el nombre y nuestra historia?! Carmen Jones regresó. Te llevaste la luz que iluminaba mi camino y hoy regresas como centinela sin que sepa si vas a guiarme nuevamente o me dejaras aún más aturdido. El viento lo trajiste contigo y me saluda. Me encojo en mi abrigo un poco a falta de tu abrazo cálido. Meto las manos a los bolsillos en un intento para acorazarme antes de hablar. O tú. 

Ahora tu eres la poetisa y yo aquel elegía que se lamenta por si solo. Al menos no he sabido que escribes más. No he sabido más allá de eso. Lo que veo. Se hacen eternos segundos el tiempo y nadie habla ni calla con su semblante todo lo que pudiéramos expresar. No puedo evitar descomponer mi rostro ante tal acontecimiento. Lo siento, y no. Entre respiros nos alternamos la extraña incomodidad de nuestra compañia. La tensión siento que crece, el agitamiento. Tanto que no se si echarme a correr, gritar o besarte apasionadamente. Somos mejores amantes que conversadores serios. Siempre lo he pensado así. Aunque platicando también nos defendemos. Nunca hubo tanto silencio antes como hoy. Siempre alternábamos voces y risas. Como si solo faltara alcohol para completar la triada. O como dije, un largo y apasionado beso. Pero eso confirmaría cosas ocultas. Cosas de las que no se hablan, o hablas. Justo lo que necesito, justo lo que se que no pasará.

Finalmente hablamos. Y nos soltamos, como si estuviéramos con el loquero o nuestro confidente. Y siento que así lo somos, o lo eramos. ¿Dos de cada uno significaría avanzar en la mitad de tiempo? ¿Terminar antes de tiempo con este suplicio? No hablamos mucho, tanto como si fueran días pero tampoco cruzamos apenas monosílabos y muchas dudas entre nosotros. Regresábamos poco a poco a compenetrar nuestras miradas. Se sentían cómodas aunque aun tensas. Carmen Jones se parecía poco a poco más a ti. Te regresó el color, las facciones que reconocí hermosas, aquella voz y aquella mirada... Viví una metamorfosis frente a mi. Una persona más, tal vez, me hizo reconocerla con apenas el roce de su mano. Y se volvió aquella mujer que su andar me había cautivado. Aquella que amaba y que pensé se había quedado en aquella morada teñida de azul y de recuerdos empolvados. De habitaciones tristes y percudidas más por nuestra ausencia que por el tiempo. Por la cual me lleve la llave por si flaqueabas e intentabas regresar a algo que ya nunca es. Me lleve la llave y nunca la tiré. 

(...) la guarde en mi corazón para que solo tu pudieras llegar a ella.

(..) Quiso una estrella iluminar mi camino cuando más ciego estuve.

Me fui añadiendo esta y otras preguntas a la lista por contestar. Pero hoy, recupere el andar. Un poco cansado aún, pero podía de menos caminar un poco más. Fue como agua en el desierto, un trago de vida aunque aún el calor y kilómetros de arena, pero al final, tiempo y aún así no se si has regresado para quedarte finalmente o para darme más miedo. Caminé mientras trataba de acomodar mis ideas y encendí otro cigarrillo. Alternaba ahora paso y fumada casi al compás de mi aún constante sorpresa por tu encuentro. Le añadimos a la triada el gusto del buen fumar, algo que siempre salía, con o sin estrés, con o sin amor o emoción, pero siempre estaba ahí. Solo dí cuenta de que fumé en aquella banca contigo cuando observo ahora mi cajetilla casi vacía. La hecatombe casi nos destruye pero ahora hemos de sobrevivir ante vestigios que hacen casi inhabitable la morada o el corazón. Un rato aún mayor.

Carmen... no nos podemos fallar, ya no hay más oportunidad para nosotros, más que hoy.

(...)

Crónicas de Carmen II


(...)

Al momento de cerrar la puerta me tocó un aire gélido por la espalda, como algún pasante que pudiera necesitar ayuda. Me recordó a aquellos días de hoy que solamente pasan sin pena ni gloria, al azar, tal vez, o sin ninguna novedad, emoción o sensación. Muertos podría decir. Me llego el sentimiento de dejar aquella morada. Deje por último una lagrima que se despedazó al llegar al suelo perdiéndose en el pórtico de la entrada. No volvería a entrar y, tal vez, tiraría la llave en algún lugar donde la nieve la consumiera hasta deshacerla. Frío. Ahora iría en busca de una morada mejor. Y tu en mi recuerdo, en mi alma y aún, en mi vida. Aún no se si te llevo conmigo o te dejo vivir aquí dentro de los recuerdos. ¿Te quedarías? o ¿De verdad me acompañarías? ¿y para qué lo harías? Muchas preguntas.

Hecho a andar calle abajo sobre el pedregal, no pasan coches así que el camino esta despejado a excepción de algún otro perdido. El día es callado y tranquilo, y en mi el caos de haber dado media vuelta y caminar para nunca volver. Me lo puedo llevar conmigo púes hay algo que no me deja arrancarte de mi alma. Simplemente no puedo. No quiero. En mi camino cuesta abajo, solo alcanzaba a ver una gris ciudad que crecía a mis ojos. Tan inmensa que me abrazaba y me perdía en sus entrañas. No opuse resistencia algún. Perdido ya estaba. No me importaba si alguien ya no reconocería mi cuerpo casi muerto vagar de aquí a allá. No me importa si no eres tú. Entonces ¿para qué buscar vida si aquella no la encuentro?

Tropiezo de vez en cuando, mi mente está en aquellos puntos ciegos que no han tenido respuesta. Ese silencio que guardabas cuando debías levantar la voz. Donde debías darme respuestas. Donde debías decirme que me amabas y querías estar conmigo. No me fijo en el pedregal de bajada. No me fijo en nada más. Los hubiera si existen y sirven para perder la noción del tiempo, de la vida. Para anclarte en unos recuerdos que toman tu forma, que veo aún a lo lejos como si te acercaras a abrazarme. Siento que a veces pienso y nada. Que de todos modos tú tomaras otro rumbo. Que Carmen Jones quedará siempre en esa casa esperando a que rescate algo que ya no es. Qué solo me espera a mí que vivo en sintonía con ella. Que la mujer que eres ahora nunca regresara por ella. Qué nunca volverá por los sentimientos empolvados dentro del cajón del boureaux o que dejo en la mesa de estancia y en el resto de la casa.

Llego a un parque. Creo que voy a explotar. Me siento junto a la aparente calma que siempre me acompaña. No sé qué ando haciendo rondando aquella morada si se que no vas a regresar, ¿qué es lo que me ata y no me deja escapar, perderme del mundo, de ti, de tus certeros ojos que siempre me encuentran y me retienen? Aunque los cierre los veo, aunque baje la mirada me tomas de la cara y me obligas a mirarte de nuevo. Como si enfrentara la verdad sin saber que verdad me presentas. Las palomas llegan a tiempo para revolotear a mi alrededor. Por fin algo en que distraerme. Y sin más aviso, nuevamente ahí estas tú. Uno más de mis anhelos que te quieren de regreso. No pongo reparos y me fijo nuevamente en la nada. Te acercas desde tu lugar y te sientas a mi lado. Como muchas veces desee y lo hizo aquella ilusión que creaba como droga, como una deflexión para mantenerme en otro mundo, aquel que me presentaste algún día en el cual era feliz.

Me rozaste la mano…

Y desperté. Caí en un segundo a la tierra, sentí todo el dolor que me estaba esperando para agarrarme en la caída, tan solo para flagelarme sin morir azotado en el piso. Sentí el sudor frío recorrer mi cuerpo empapado y jale a bocanadas el aire que se me fue, una y otra vez. Abrí los ojos como si hubiera salido de una pesadilla y se me acalambro cada parte del cuerpo retorciéndome, disfrutando el pesar en mí. No era ninguna deflexión o producto de mi imaginación para escapar una vez más, sí, eras tú.

(...)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cronicas de Carmen


Sentado en aquella recamara azulada, oscura y casi lúgubre a cualquier ser humano, yo sentía un cálido sentimiento de pertenencia. Los muebles ya doblados por el tiempo, aquel piano que descansaba después de tanto ser usado, las lamparas llenas de polvo que parecieran querer con los brazos del candil detener, y el resto caer hacia todos lados.

Jalé una silla del cuarto contiguo y me senté con el respaldo hacia adelante, crucé mis brazos sobre el y observe. Tanto movimiento en tan quieto espacio. Encendí a mi único acompañante. Ese día había regresado solo a aquel lugar. Dí 2 golpes seguidos como si necesitara oxigeno. Irónico. Y seguí mirando. Las luces parecían caleidoscopios de sombras que jugaban a revivir momentos. Veía al otro extremo lo que parecía la figura de Carmen observarme. Creí que era cierto, viví nuevamente recordé que no volvería. Más abajo, cuando descansé la pesades de mi mirada melancólica, me encontré el piso con sus últimas pisadas, tire un poco de ceniza que voló a la deriva y levante.

Eran los huecos de sus pies los que ahí observaba. La última vez que estuvimos aquí, ella se levanto sobre sus puntas para obsequiarme un beso y rodearme por el cuello. Hoy esos cálidos brazos me quemaban nuevamente. Era una amarga despedida. Pero necesaria. Ese día ella hecho a andar para abajo, se despedían sus pisadas y el portazo me regalo el silencio de aquello que antes había creado un jubilo similar al de haber nacido. Sonreí.

Paseaba de un lado a otro, como lo hacia usualmente desde hace no mucho tiempo mientras fumo. Son los nervios, tal vez, como si mi mente siempre estuviera pensando. Carmen. Inclusive el tiempo y el polvo había llevadose todo vestigio de aquellos días, existían, hoy solamente, los cuadros llenos de ceniza, calcinados por el olvido esperando a que se limpiaran y volvieran a vivir. Reconocí el marco que estaba sobre el piano. Acorde que ahí yacíamos los 2 en una foto que dictaba que vida teníamos antes. Si entré y viví cuando recorrí el cuarto, aquella foto me haría soñar y quedarme, no.

Decidí dejar el recuerdo en su lugar, salí del cuarto y cerré la puerta deseando que nunca se volviera a abrir. Aún no entendía que me había llevado ese día hacia nuestra morada antigua. Ya olvidada por nosotros, por el tiempo, se mantenía dormitando, tal vez en espera de algún nuevo comienzo, algún nuevo habitante, alguien que le caminara las entrañas y la hiciera vivir, reír como si te picaran las costillas. Ahí quedo aquella morada que juntos habíamos construido. Carmen se fue y ella no regresó.

Baje para observar antes de retirarme aquel pórtico por dentro, la espalda de la puerta que aún guardaba mi sombrero. Sí, ahí quedo el dolor de Carmen también. colgada detrás de una puerta, el recuerdo en coma esperando volverse a sacar como a un juguete olvidado.  la espalda de alguien es lo que menos ve uno, no es esconder los dolores, es evitar observarlos. Saco otro cigarro y lo enciendo. A final de cuentas, el tabaco no elimina el olor a recuerdos.

Carmen se fue hace ya tiempo atrás. No dejo nada que no fuera nuestro. Se fue casi desnuda entre lagrimas, lo único que la cubría. Aquel día no entendí porque me dejo con una pesada carga. ¿Limpiar la casa? no. Olvidarla y dejarla intacta, sí, pero olvidada no. Recordé aquellas palabras que alguna vez me diste. Una sonrisa que me obligaba a desear que hoy estuvieras sonriendo en cualquier lado que estuvieses. Y yo simplemente regresando a aquel lugar de mi mente donde todo quedo intacto, solo para asegurarme que nunca te quedaste. Respiró tranquilo mientras el cigarro se consume. No se de ti Carmen, pero no te quedaste aquí y yo tampoco lo haré. Espero que cuando regrese algún día a este lugar, soga todo lleno de polvo, cubriendo nuestros recuerdos y deseando que tampoco regreses a limpiar. Pues alguna vez fue nuestro y así siempre lo sera. No conviene desempolvar aquello que al final nos hizo sufrir.

Termino mi cigarro y me dirijo a la puerta. Salgo y esta vez la llave la llevo conmigo. Para que nunca intente Carmen entrar.

Carmen Jones no te puedo fallar...


(...)



Auto-prueba de Fe


No he quedado falto de inspiración, pero si de motivos. Hoy quiero hacer las cosas diferentes, quiero no caer en un mismo "patrón" y poder evolucionar a cosas mejores. Motivos me sobran para moverme, el malestar que me causan ciertas cosas me merman de forma incisiva, y lastima. Nadie quisiera estar en un punto donde se siente mal día a día, donde siente que trae una pesada loza en la espalda que al final no es suya completamente.  Quiere respirar, sentirse tranquilo, liberarse y hoy quiero hacerlo a mi manera.

Fuera necedad, ceguera, no lo se... solo se que soy yo. Leí hace no mucho que las cosas que son jamás vuelven a ser. (http://lizaela.wordpress.com/2011/08/02/porque-volver-nunca-sera-tan-divertido/#comment-3) (gracias Lizaela) y estoy de acuerdo, es como cavar un hoyo en la tierra, aunque lo tapes ya no es la misma densidad ni el mismo asentamiento, hay que moverse para mejorar. Así, mi idea es retomar para mejorar, si no, mejor no hacerlo.

Las decisiones que tomo son mi responsabilidad y solo mía. Agradezco infinitamente a la gente que esta ahí apoyándome, a mi familia que día a día vivimos diversas cosas. Pero no por eso dejare que se lastimen por una carga que yo he decidido traer hasta hoy. En verdad ya han hecho mucho y nunca podre pagarles tanto que son para mi. Es por eso que he cargado hasta hoy, para poder mejorar. Tonto, sí, puede ser. Pero no por eso deja de ser una idea loable, y "utópica" el tener una opción más sencilla y pratica. Pero sencillo y práctico no soy. Rara vez las cosas obstinadas suelen salir bien. Sí, se que me sangro la boca a cada palabra que escribo. Pero hay algo que supera cualquier experiencia o vivencia. Algo con lo cual el hombre no puede dejar de vivir y es eso a grandes rasgos lo que lo hace hombre. La fe.

Peco de creyente, puede ser. Pero confundida con mi necedad, mi ceguera o todo lo que soy, la fe siempre ha representado en mí algo muy importante. ¿No decían que la fe mueve montañas? He tenido fe en muchas personas, deseando que les abra los ojos o reaccionen. Puede que la gran mayoría no lo hayan hecho. Pero una pequeña parte es la que hoy es importante en mi vida. Esa parte por la que podría dar la vida. Y no por eso me conformo. Si puedes dar 1% más, hazlo. 

Aunque he actuado la mayoría de las veces así y he topado con pared duramente en muchas ocasiones, créanme, no soy tan necio. Hay veces donde prefiero encerrarme en mis capas de cebolla y dormitar ahí, sin oportunidad a nada más. Las personas que llegaron conmigo a ese punto, hoy no están aquí y han tomado otro camino. He aprendido a ser selectivo con el paso del tiempo. Y en ese aspecto, no me he equivocado tanto.

Puedo decir que la loza que he traído a cuestas es una mentira. Desde cualquier punto de vista se podría nombrar así, optimista, pesimista, crítico, etc. Nunca he sido de dejar las cosas de lado cuando creo que podría ser la mejor opción. Aunque a veces trastabillo, suelo llevarme todo y exprimirlo hasta que llega un punto donde no se puede hacer más. Ahí es cuando suelto la carga y con satisfacción digo que hice mi mejor esfuerzo, entregué todo lo que pude y finalmente otros factores fueron los determinantes para no lograrlo.

OK, pueden encontrar bizarra y un poco torcida inclusive mi forma de ver las cosas. Pero bueno, si estoy mal, aprendo poco a poco, si no, evoluciono igual. Hoy tengo fe solamente. Una prueba más y cuando haya cualquier resultados, les aviso. No se crean, también de los errores aprendo y aunque mantengo ciertas cosas firmes, trato de no tropezar con la misma piedra. Aunque nunca podría ser, no es el mismo tiempo, no es la misma persona ni la misma situación o circunstancias. Enjoy!

martes, 15 de noviembre de 2011

En la cuerda floja



No sabría cómo empezar a escribir, simplemente las palabras salen agolpándose en mis dedos, escribo y borro cada que escribo. Así es como se siente el no saber nada, pienso. Pauso, vomito, pienso y escribo de nuevo. Alguna vez me dijiste “No hagas lo que no quieres que te hagan” o “cuando se traiciona la confianza, ya valió madres” (parafraseando la 2da. Frase) Pensando en que no fuera verdad omití o intente llevar conmigo y mi silencio el hecho de que esas 2 cosas que me has dicho antes no eran verdad, aunque lo hubieras hecho. Fe. Sí, pudiera ser. Necedad. Definitivamente también. Una de cal y otra de arena, vuelvo a pensar.

Qué tanto abismo hay hoy que no sé qué existe en ese inmenso espacio, en tu cabeza, en tu corazón. Si aún tengo un lugar en alguno de los 2 o soy simplemente la transición tuya a una estancia mejor. ¿Cuándo llegamos a esto? Y más aún, ¿Cómo? Si fiel me he mantenido a mis convicciones, a mis latidos, a mis pensamientos que tuyos son por existir en ellos. No me he traicionado. Nunca contigo.

¿Qué ha pasado? Por qué a simple vista, sin ir más a fondo parece solamente y de forma mortal una larga espina clavada en mi espalda que llega a rozar de vez en vez a mi corazón, no puedo quitarla y sigue ahí. ¿O no? Si he preguntado, mordido espacio para llegar a la verdad aun así duele como si la espina estuviera ahí. Entonces ¿Cuál es la diferencia? Aun así te veo y desconfió.

Caminas por el tramo más estrecho entre tu lugar y mis brazos. Y abajo, el gran abismo que has creado por ti misma que niegas a resolver y por azares. No mantienes el equilibrio pero no tambaleas aún tanto para caer. Y yo, sin saber de verdades. Con los ojos vendados, solo estiro mis brazos esperando a que los toques y te reúnas conmigo.

Encuentra a alguien que no tema admitir que te extraña.
Alguien que sepa que no eres perfecto, pero te trate como si lo fueras.
Alguien cuyo más grande miedo sea el perderte.
Alguien que de su corazón completamente.
Alguien que te diga “Te amo” y lo diga en serio.
Y al final pero no menos importante, encuentra a alguien con quien no te importe despertar en la mañana, vea tus arrugas, tu pelo cano y aún se enamore de ti nuevamente.

Irónico reunir estos requisitos y en un abrir y cerrar de ojos, creer que no. Creer en ti y en tus acciones. Hablan también y hace algunos dolores que me lo han dicho. Creo que ya no soy el que los reúne. Extraño ser esa persona y la sonrisa que provocaba. El brillo de tu faz y la emoción que se sentía a kilómetros de distancia. Sí, extraño tu sonrisa… pero extraño más la mía, aquella que tampoco logro sacar por verte inerte ante los arrebatos de mi alma por ti.

Al momento de caminar poco a poco a ti, con todo muerto a mi alrededor me pregunto si aquel día que pedí un milagro alguien en esta infinidad me habrá escuchado y se habrá molestado en una importante petición de un ápice del mismo. Cuando perdí el control de nuestro bienestar de mis manos, y nunca supe cuándo, lo pedí y hasta ahora, el destino vestido de ti ha jugado con la idea de poder devolverme de menos el mío. Cambié mi sonrisa por tu tranquilidad esperando que me la pudieras devolver cuando estuvieras bien. Hoy por ti, mañana por mí. Simple. Pero no ha sido así. Y volteo hacia todo lo que alcanza mi vista a condenar, una y otra vez y no encuentro que o quien pague aquello que he perdido, valioso.

He llegado a un límite y un paso más caigo al infinito oscuro que con facilidad creaste, tanto que me ha impedido regresarte a esa historia que vivíamos juntos antes. Sí, era la mejor. Sí los mejores. Y nada… Solo aquí al borde en un ocaso que oscurece más las cosas, ya esperando tu caída si te he visto tropezar sobre mí al menos un par de veces y con eso, has evitado caer, una más no debo, no puedo, no quiero.

Hoy no juzgo pero si me protejo, he puesto las 2 mejillas y las siento hinchadas, sangrantes y sigo en pie, junto a ti. Esperando a que el letargo de tu alma desaparezca, grito, desespero y casi muero por ti. Pero dejo un último respiro para mí, la vida al final es mía, para evitar que la verdad sea aquella; latente que acecha como un fantasma pues para existir tiene que ser confirmada. Tanto ha sido pensada y por tus actos formada cual estela que aunque no exista, existe. Hoy confío en la fe que queda al último, la reserva de aquello que existió algún día y hoy se inclina por desaparecer.

Fiel me mantengo ante la duda que solo confirma que nada está dicho. Arriesgada apuesta si considero mí estado, fatigado y dolido y que no sé qué juego tienes, no sé qué intenciones tienes. Pero la fe renueva y espero que hoy, no solo te reviva, sino te abra los ojos y me veas como la idea que antes tenías, como el trozo de madera que conociste y empezaste a trabajar para convertirlo en la persona que tanto te ha querido. No es de cero, pero es un nuevo comienzo. El último nuevo comienzo.

Y si alevosamente juegas con la verdad de tu lado, oculta, no molesto en que me la digas, también puede acompañarnos, siempre y cuando la dejes. No juzgo cual sea ni si sea fiel partidaria de tus intereses. Simplemente necesito saber si está ahí y solo tú la sabes o dar a mi fe un voto de sí misma y creer lo que ha pasado y lo que me has dicho.

Es el peor estado, no saber, tener amnesia obligada, el hambre de no tener nada que comer. La verdad sin saberla. Que la misma verdad no sepa nada. Nunca pensé que así fuera y sí así es nunca pensé darle una excepción por ser tú, y la última. El holocausto se engrandece ante esta máxima. Tanto que pelean como 2 grandes titanes a nuestras cabezas, y nosotros evitando una pisada certera con sus pies que mate.

No más errores, púes hay más que vida en juego. Algo tan divino que solo se deja ver muy de vez en cuando. Sí pisas en falso no mueres, caes. Si erras no caes, vives en muerte. Ahí la premura de hoy cumplir con lo acordado, creer en lo dicho y sentir en lo dejado de lado. En obligar a la verdad a aparecer para ser nuevamente nuestra guía. Pues en verdad es imperativo terminar con este agobio. De cualquier manera. Tarde o temprano las cosas caerán y así como los grandes titanes que pelean colosalmente peligramos antes sus pies y la lluvia de pesares. Ellos mismos mueren antes de darse cuenta.

Pregunto de nuevo, si me buscaste extrañándome hace poco y aparecí a tu llamado para tan solo decirte que nunca me fui, ahora ¿Dónde estás tú? Si encontré de nuevo tu cara que no tenías ¿Dónde la has vuelto a dejar?, si casi muero en su búsqueda ¿por qué la vuelves a perder? Sí, la hecatombe que vivimos se asemeja tanto a esto… Veo que nuestro entorno, aquellos que quieren desvanecerme lo han empezado a hacer, sabes también eso. Quiero respuestas y la espina de mi espalda me empuja a saber que si las sabes. Mi fe, no. Solo quiero la verdad tan cruda y justa como es. Solo eso te pido, solo eso me debes. Y yo con ella me conformo, sea o no buena amante u acompañante para mi continuo día a día.

Sigo camino a tu encuentro y finalmente te avisto inerte como siempre últimamente mientras me acerco. ¿Hora de verdades? No lo sé, nuevamente. He llegado sin nada, sin confianza, sin certidumbre tan solo con la carcasa de mi cuerpo que apenas protege mi alma. Esperando ese milagro que tu no eres creyente y más bien te creo fiel ya a otras costumbres...Y empiezas a hablar… 


(...)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Hecatombe II ... un paso



(…)

Pienso, otra vez algo pasa. Y devuelve mi cabeza esas preguntas que dejo salir para ventilar un rato la cordura. ¿Qué pasó?, ¿Por qué? ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Hay silencio. Es lúgubre y mortal. Tal vez deje pasar nuevamente que emprendería la lucha contra lo ya designado aunque no creo en eso, y sin embargo, no todo está en mis manos. La falta de poder y decisión total, hace que parezca agua abrazando sobre mi cuerpo, poca queda y la demás desparrama hacia abajo sin poder recuperarla ni controlarla. La sintonía de los corazones, los anhelos y los pensamientos es más difícil que cualquier cosa. Las acciones y el deseo no bastan. Las circunstancias y los momentos son una ruleta rusa disparando al azar dosis de ironías contra nosotros. ¿Qué fuera entonces lo correcto? Si el azar decide y cambia la balanza de aquello que pensamos lo mejor. ¿Fue acaso la incapacidad de fe y de querernos? ¿De dudarnos duraderos? ¿La perdiste y con eso tu atención conmigo?

Suena desequilibrio en la vida y en nosotros, simplemente como si fueramos en un tren pasajero, ¿Por qué no un viaje eterno? … ¿Qué fue? ¿Qué es?

Sí, el día ha cambiado conforme camino entre escombros ordenados de mi entorno que no ha cambiado, pero ha muerto un poco. Voy sin rumbo definido esperando al tiempo que te traiga furtivamente de aquel ojo de huracán que atento observa a su emisaria. No dudo que pudiera estar vigilado y aunque así fuera no me sorprendería más de lo que ya al poder verte una vez mas. Cuidado.

¿Cuáles serán tus intenciones? Levantar o rematar. El tiro de gracia lo espero. No he escatimado mis esfuerzos para que al final tenga un buen morir de todos modos. Pero no por eso entregaría mi desvalido ánimo al destino. Tranquilo y respirando agitadamente ya estaba, no dude de mí y de mis acciones. Pero las preguntas me atormentan y mi cordura exige una respuesta que puede venir con algún azar de la ruleta. Espero respuesta algún día y a ti hoy para reconocerte viva u olvidada de aquella memoria llena de azares que me dibujaron vida en mi semblante. Espero ya sorprendido a verte y pregunto una y otra vez…

¿Qué fue? ¿Qué es?

(...)

Hecatombe



Abro los ojos, apenas parece que pasaron un par de minutos y ya es de mañana. Soñé una persecución, e iban tras mi cabeza. Era imperativo evitarlo, era necesario no caer nuevamente, porque no habría otra oportunidad. Horrible pero no soñé, sufrí. Aquello, de nombre innombrable, exploto. No me sabía vivo, pero si respirando cuando terminó… ¿o acababa de empezar?

Todo era destrucción, todo era irá y enojo, furia… coraje, un torbellino que giraba en torno a mí y a los míos. ¿De dónde salió o cómo poder pararlo? La noche trajo el peso sobre nosotros de la verdad de las cosas que fueron creciendo, de lo que nunca se habló o evito. Estábamos en peligro, sí y yo sin saber nada de nada y angustiado por lo que quedaron junto a mí. De un pequeño error y detonante fue de algo mortal y lacerado. Todo me pego y volé a no sé donde, quede knockeado, moribundo, casi muerto. En verdad no lo sabía sino hasta esa mañana. Aún oscura, vi un haz de luz, apenas pequeño. Si, eras tú, aunque no sabía si aún formabas parte de esa ira. Escuche tu voz apagada como si también hubieras sido arrastrada al torbellino, aunque pensando que tu serías parte de esa ira. Aún así, el haz de luz ahí estaba y me guiaría más adelante. Sabría que tal vez sobreviviste o te apagaste con el caos, ¿te apagarías conmigo? Y si, sobreviví, sabía que así sería aunque por dentro me sentía ya muerto. Una parte de mí se había marchitado en un abrir y cerrar de ojos y ahora solo caían las últimas hojas. Tendría que esperar a que la mañana aclarara para ver los estragos, para buscar la luz entre el día ya muerto, para encontrarte tal vez.

Así, espere dormitando ansioso. Y apenas baje la guardia de mi incertidumbre y frustración, ilumino el día evitando siquiera intentar descansar el cuerpo, el alma.  Necesario era apresurar y emparejarme al paso del sol que ya empezaba a avanzar. Todo normal, nada destruido… pero parecía que una parte de vida había desaparecido. Se veía todo apagado, taciturno, apenas respirando. Sí, algo había cambiado. 

(…)

viernes, 11 de noviembre de 2011

Los habitantes (poema)


¿Por qué has preguntado por mí?
Si frente a ti siempre he estado
y nunca me he ido.
¿Por qué lastimar lo que más habías querido?
¿Por qué quedarse inerte ante el caos de tu vida
si sabes que sola no estas desde que te he conocido?

¿Por qué si me extrañabas tanto
nunca hablaste ni dijiste tu dolor?
¿Por qué entonces dejaste salir mi llanto?
¿Por qué no acongojas un poco tu cara, tu vida y tu alma
si sabias que algo estaba pasando?
¿Por qué tanto dolor si nunca lo habías querido?

¿Por qué ahora mientes a mi alma maltrecha?
Si verdad que siempre te había amado.
Y aunque soy humano
pecaba más de querer ser lo mejor que de ser humano.
¿Por qué me miras y dueles y no miras y despiertas
A un ocaso que pronto se habrá ocultado?

¿Por qué perdón pides si perdón no das?
Si veo que caminas ahora hacia el lado contrario
y olvidas que detrás de ti he quedado.
¿Por qué juzgas ahora tan duramente los actos
de aquel que nunca te ha juzgado?
¿Por qué solo muestras hoy lo que nunca habíamos pensado?

Si llamaste a tu habitante, aquel que nido hizo en tu alma,
te digo en verdad que nunca me había ido
y que aunque callado siempre quede vigilando.
¿Por qué entonces hoy lo deshechas como un carbón más
que crees que por una pequeña llovizna
su fuego interno se ha apagado?

¿Qué de amor quedan para mí tus actos?
Si cada que te mueves duele y en vida muero 
porque ya no reconozco la morada de tu cuerpo,
el soslayo brillante de tus ojos,
los labios que antes me besaron,
la vida que me entregaste de regalo.

¿Para qué buscar al habitante si tú ya lo habías sacado?
¿Por qué sodomizarlo antes de un futuro incierto
pero que seguro augura más tormento?
¿Qué gana tu desconocido corazón con eso?
Si ya no me pertenece.
Si a otro ya lo has entregado.

Aquí está tu habitante,
aquel que te ha amado siempre.
Al que le diste tu vida y la cuido aún con más cuidado
que la suya pues la misma era sin recatos.
Aquí estoy yo, ¿para qué me quieres
si ahora me demuestras que no me quieres a tu lado?

#RDL

Carta de la Angustia



Tiempo antes ya había sentido esto… el empujón en el estomago que duele, que te obliga a hacer algo… pero no sabes qué. El tener opciones y no saber cual tomar, nunca había estado en esa situación, aunque ya había sentido esto antes. Anteriormente decidía rápido, tratando de que fuera lo correcto, el tiempo apremia para apenas un copo que puede tornarse una inmensa bola de nieve, pero hoy, el tiempo que me pides es el tiempo que no tenemos. El tiempo donde me la paso dándole vueltas a todo tratando de encontrar algo que no haya notado. El tiempo que necesita ser nulo y con la mejor respuesta. Algún ápice de certidumbre y poder movernos, aunque duela, aunque no creo que pudiera lastimar más de lo que ya. Pero no.

Más incertidumbre añades cuando te marco y no contestas. No me importa si no contestas porque soy yo quien te marca, me angustia porque no sé si estás bien. Hay algo donde no peco de exageración y donde si hay desidia en resolverlo. O no lo sé. Y quiero creer tus palabras, pero tus acciones dictan otra cosa y simplemente las pones en la balanza. Eso no significa que habrá equilibro, se inclinaran a un lado o al otro. verdad o mentira y por ahora; verdades: ninguna, mentiras: posiblemente todas o posiblemente ninguna o posiblemente algunas. ¡O no lo sé! No sé qué es cierto y que no, tengo toda la información frente a mí y solo siento que me aplastará.

A estas alturas no sé qué tan acabados están mis sentimientos. ¿Qué tanto los has lacerado?. Odio la frase “no sé”.  A estas alturas no sé cómo te veo, si como aquella mujer que encontré en medio de todo el mundo por fortuna, o una más que solo fingió ser esa a quien buscaba. Y mientras sigo escribiendo, más preguntas se van añadiendo a tu archivero. Las mentiras matan, y estoy casi muerto.

Solo quiero esa verdad que de menos me debes. Que me haga saber que voy a hacer contigo. Y ahora no puedes ser más que honesta a cambio de todo lo que alguna vez te di, y sigo dando aunque poco quede. Angustia, tampoco me gusta esa palabra… y mucho menos sentirla, es lo que crece a cada instante. ¿Cuál es la verdad de todas? A cambio de ella te ofrezco proceso libre de juicio, escucharte y tratar de entenderte, pero estas bloqueada. O no lo sé.

En lo más reciente, tus actos han afectado más que nuestras vidas, hay personas que participan siendo daño colateral, personas que aprecian a esa niña inocente y noble que simplemente esta desubicada y lastíma sin fijarse, o no lo sé, como cuando le das un cuchillo a un bebe y juega cual sonaja. No es justo. Si me has dicho que solo es “entre tú y yo”, ¿Por qué irónicamente es entre yo y los afectados? ¿Y tú? guiando a no sé dónde, pero caos, es seguro, en el estricto sentido dramático. A final pasa cada día y cuando te veo deseo que hoy no me hayas mentido que hayas hecho las cosas que son correctas para ti. Deseo que no suene el teléfono, que no te quedes callada y que finalmente te decidas a decir la verdad de esta tragedia. Pero no. Y hoy que utilizo a mis letras nuevamente de apoyo, ni siquiera sé porque las utilizo. Mi salud mental y emocional esta comprometidas ¿y tú? Inamovible masa de piedras que ni vibra cuando choca la marejada. Ves el tiempo pasar y solo encuentro vestigios del agua que sale a los lados. Queriendo jugar a que la vida, hoy, es sencilla aunque para el resto de nosotros no lo sea, y para ti tampoco.


A la única que no engañas es a ti. Y tarde o temprano, tu misma reclamaras la verdad que fingiste haber tenido. Sabes que tarde o temprano, la verdad saldrá y así como las miles de preguntas, te aplastará y no podremos estar a tu lado para detener la avalancha de humildad. Así que ¿Dónde esta, entonces, ahora el habitante? ¿Dónde quedó la cordura que amaba bien a aquel que bien la amaba? ¿Dónde están la lucha de miradas, la emoción que entre nosotros se veía, la idea de estar juntos mucho tiempo, el amor que alguna vez hubo y hoy, no sé dónde se ha escondido de nosotros? ¿Dónde quedó esa niña pequeña que apretaba contra mi pecho, protegiéndola a costa de mí vida misma, en medio de la tormenta y evitaba que se mojara? ¿Dónde quedaron las noches en vela que pasamos tan solo para descubrirnos uno solo? ¿Dónde quedó la memoria de tiempos mejores y el querer ser feliz con el que feliz te hacía? Sí, ser humano, al final no es perfecto, pero por ti lo intentaría hasta lograrlo con tan solo el atisbo de tu voz, pero entonces ¿Dónde están las palabras de auxilio ahogado que gritas y no escucho, por qué si no escucho imposible hacerles caso? ¿Dónde están las palabras que hacen que la gente se entienda, las que significan más que sustantivos y acciones entre nosotros, sino sentimientos y emociones? ¿Donde esta la mujer que mujer era y orgullosa lo presumía sin miedo a la mierda que le caía y hoy, ha demostrado que una cara había ocultado? ¿Por qué has mudado si tienes lengua y libre voto y voz? ¿Por qué nos quitas la confianza que te hemos dado y merecido? ¿Dónde estás… y por qué dejaste el peor lado de ti? ¿Por qué la purga que ensucia cae encima de nosotros cuando hemos sido fieles acompañantes de tus lágrimas y risas? y ademas yo, de pasiones miedos y locuras, aquel potencializador de sueños, yo fui aquel que feliz te hacía y de la nada sin motivo o misericordia has dado la espalda y enterrado en el estiércol por algún otro más que la dignidad y la vergüenza le llega apenas al suelo? ¡¿Dónde estas y por qué nos has abandonado a aquellos que te quieren?! Te estamos esperando de regreso, vuelve, piensa, siente y no tengas miedo, vive, vive en paz y tranquila de regreso, VIVE. Porque esta vida que  vives y nos pesa, solo es morir.