Decidiste dejarme en aquellos días
Arrumbado a la soledad acompañada,
Reducido y temeroso de la vida
Que después de ti se me anunciaba.
Seguiste tu camino que, aunque oscuro,
No te importaba, te diste la vuelta,
Levantaste la vista y no dijiste nada
El trecho anunciaba que te irías
Y en aquella vereda te adentraste.
Paso a paso te alejaste
Aunque no sabía si partías
Me dejaste sin siquiera irte,
Te fuiste aunque junto a mi quedaste.
Morí ahí mismo aunque sabías que viviría.
Y cuando levante la mirada ahí estabas.
Todo tu semblante me espero y ahí seguía.
Y todas esas pasiones que
Extrañamente en mi despertabas.
La cabida de un regreso afortunado
De una vida después de la vida,
Los recuerdos que nunca pasaron.
Eres mi mejor amiga y quedaste viva.
A mi lado seguiste caminando,
Entera, orgullosa y con esa bella sonrisa.
Pero en mi corazón un hueco dejaste,
Un lugar lleno de vacíos.
Las remembranzas de la alegría imaginaria
Aquella enamorada queriendo ser más que amigos.
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