Quede sentado en oscuro, en silencio, con el ruido y el caos en mi cabeza de tan solo observar aquel teléfono inerte, sin luz, sin sonido, esperando a que hiciera algo, que me gritara o que se burlara de mi siquiera. Si lo se, ya lo hace ahora mismo. Y pienso, tu también.
No se cuanto tiempo ha pasado, no es mucho, ¿o si? Calculo tus tiempos detenidamente, como si lo hubiera hecho mil veces antes, si lo se, así ha sido; veo pues el reloj y estas fuera de alcance. Ya no estarías de menos, a lado del televisor, o a punto de ir a dormir. No. Simplemente ya no estas. Lo sabía desde que, siquiera, lo pensé.
Mañana podría ser... la diferencia es que ahora ya nunca contestare...
No hay comentarios:
Publicar un comentario