No sé cómo comenzar a escribir después de tanto tiempo. Me
alejé por falta de inspiración en los dedos, igual que cuando dibujo. Todo se
fue agolpando y de pronto guardado en no sé dónde, se vaciaba la caja de ideas
y a llenarse de nuevo, poco a poco. Ha habido muchos cambios y definitivamente
no soy el mismo de antes; a veces me enoja el pensar mucho siendo el nuevo yo,
cada día. Cuando más quieres encontrarle sentido a algo es cuando menos, y
entonces creo que ahora me pasa más o menos lo mismo. Cuando intento llevar las
cosas con cierta lógica forcejeando con los instintos o los sentimientos es
cuando menos logro algo. Parece que me paralizo pero solo logro seguir dando
vueltas al asunto sin llegar a ningún lado. En una etapa donde realmente he
estado caminando solo es cuando más falta me han hecho los amigos que hoy lejos
parece que poco a poco estamos tomando nuestros propios caminos. No por algún
consejo, una opinión diferente, simplemente por el hecho de distraerme, de
relajarme, dejar de pensar y disfrutar, procastinar… lo que sea. Y entonces
cuando quiero recurrir de nuevo a las letras a ver si de menos puedo acomodar
las ideas. Vivo lejos de donde me sentía propio de un lugar, de un ambiente, de
mi gente en un lugar chapado para disfrutarse pase lo que pase pero no lo
logro. Sí antepongo la gente sobre el espacio en el que vivo y gente de aquella
no hay. O hay una persona, o tal vez ya no. ¿Complicado? No para la lógica, sí
para los sentimientos pero ellos siempre han sido complicados.
Conocí a una mujer, singular y difícil como con las que me
siento cómodo buscando una persona con quien compartir esta soledad asistida,
así empezamos creando un acuerdo “solo busco amigos” sencillo, sin
complicaciones y siendo nuevos cómplices de una nueva aventura los dos. Como me
gustan, las cosas se fueron dando naturales, me sentía perteneciente a una
complicidad y pregonaba que “solo amigos” no por auto convencerme sino porque
así era… o es. La veía y de verdad creía que solo podía ser mi amiga y nada
más, fungía bien su papel, de maravilla. Me daba una visión novedosa de un
mismo plano, embonábamos como piezas de rompecabezas una tras otra, aún por
diferentes que fuéramos y por diferente sitio de donde viniéramos. Me gustaba
la idea de una nueva mejor amiga por más que las circunstancias físicas y
sociales lo facilitaran. Me agrada pasar tiempo con ella aunque sea para nada,
para existir o respirar, me siento bien conmigo y con ella.
La lógica descansaba pues de lógica no tenía nada o casi
nada y los sentimientos se dejaban seducir tenuemente hasta el punto de
satisfacerse a sí mismos, sin afán de ir más allá de ser en extremos instintos.
Pero claro, mujer singular y difícil es una presa inconsciente y exquisita para
unos instintos muy acallados en mí por miedo y por comodidad de ser solitario
por elección este último año. No es que haya tardado en ver algo más en sus
ojos detrás de sus lentes (otro plus seductivo) su sonrisa, su acento o su voz,
su silueta que bien es de mi completo antojo y toda ella interactuando al unísono
conmigo como si fuéramos amigos de antaño. Ya lo veía pero no con el afán de
que me sedujeran, sino con la naturalidad que había estado trabajando sin ser
ortodoxa pero sí nuestra. Algo pasó un día y sin darme cuenta la lógica ya no
trabajaba y los sentimientos me dijeron que sí, ella es. Me enoja pensar tanto
las cosas y es más por metodología y conocimiento de las cosas que por otra
cosa. No seré el más inteligente pero se mucho de muchas cosas, c'est comme ça,
droit? Y de esto se mucho, más minuciosamente de lo que hubiera querido, mucho
menos exacto, tangible y veraz de lo que hubiera deseado. Sí, me gusta y se lo
dije porque era lo que sentía, lo que mi basta aunque anticuada y caótica
experiencia me dictaba hacer o pudo haber sido una emoción como la que
experimente un niño al saber que le van a comprar su helado favorito. No lo sé,
es lo que he pensado con tantas vueltas a ese momento. Pourquoi? Porque sabía
de antemano una negativa o una incertidumbre a corresponderme ese nuevo
sentimiento. La lógica me funciona cuando las cosas no salen como uno quiere,
porque la lógica nunca tiene un final feliz.
Aprendí y contuve, evité un caos mayor al avanzar en un piso
lleno de neblina porque no sabía si al siguiente paso iba a caer. Logre un
primer y tímido acercamiento, idealmente soso pero lógico por la situación. Así
de natural se dio conocernos y disfrutarnos como amigos como eso que surgió en
mí. Lo natural a veces no tiene explicación pero la mayoría de las veces sí una
satisfacción porque no gusto de forzar las cosas, no tanto, ni poco. Todo bien
y yo emocionado y contento de poder desempolvar el corazón huraño que se había
mantenido descansando y recuperándose… porque las heridas del corazón nunca son
como antes. Ya son de las que matan en vida con tan solo un rasguño, lo esquive
y correspondió. Es como una alergia recurrente, de las peligrosas que por algún
misterio logras superar una última vez, porque pudo haber sido fatal.
Más por mí que por ella, sus ojos brillan más detrás de los
lentes, su sonrisa la veo más hermosa, su acento más coqueto y su voz más
fascinante. Su silueta ya es una variable de llamar la atención al momento de
acercarme, se me sube el color y no se si abrazarla hasta fundirme con ella o
que hacer. Sí así como natural me gusta, natural me enamoré. He ahí el error.
Amar sin enamorarse ¿o enamorarte sin amar? Aquel rabino no tenía razón. No
puedes amar sin enamorarte o viceversa, no en mí. Soy del todo o nada aunque incómodamente
me quede en medio para ver si es todo o nada. Instintivamente lo se pero la
lógica me hace ser soldado de batalla, carne de cañon, mártir aun estando vivo.
La lealtad a la palabra de lo coherente me obliga aunque desgarre por dentro.
La situación cambió drásticamente y hasta ahora ha mostrado
categóricamente ser esa mujer singular y difícil con la que quiero estar.
Carezco de certidumbre porque no estoy seguro de conocerla y es algo que solo
el tiempo afianza, como las cicatrices. Se llama Carla.
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